Estoy seguro de que todos y cada uno de los guitarristas del mundo han soñado alguna vez con ser estrellas del rock, conocidas por sus obras maestras, también llamadas composiciones. Si hay alguien que no ha soñado eso, no tiene ilusión por la afición.
Componer no es una tarea fácil. Requiere una gran originalidad, algo muy difícil de desarrollar, y de inspiración (gracias a la inspiración se obtendrá la originalidad).
Éste tema es muy complejo de explicar, ya que cada persona tiene su manera de trabajar, pero yo os voy a brindar mi manera, y ojalá os sirva de ayuda.
Lo primero que tengo que decir es que no hay que forzar a la inspiración y la originalidad. Si un día planeas componer unos "riffs" y no puedes, mejor déjalo para otro día para evitar frustración, en caso de que, por más que se intente, no se consiga recuerdo que los "riffs" son frases musicales de canciones de metal). El día indicado para componer es aquel que te sientas centrado en lo que haces, es decir, concentrado.
Una vez llega dicho día en el que estás concentrado, es hora de pasar al siguiente paso: obtener la inspiración. Puedes inspirarte en las canciones que más te gusten, pero sin pasarse, ya que no sería original. Puedes imaginar un ritmo o empezar a tocar al azar diferentes acordes para obtener un ritmo. A partir de ahí, deberías considerar más fácil la composición de los riffs.
Y ya está, así es como obtengo "riffs". Es difícil de explicar, ya que la mayoría del proceso tiene que ver con la originalidad, la inspiración y la concentración, cosas difíciles de explicar y entender.
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